miércoles, 28 de marzo de 2012

Descubrir nuestra propia ciudad

Cada vez más a menudo el ritmo de vida que llevabamos nos impide disfrutar de los procesos. El proceso de cocinar (no solo de comer), el proceso de aprender (y nos solo aprobar los examenes), ... Me quiero detener en uno de esos procesos que es para mí uno de mis mayores placeres, aunque reconozco que a veces, tambien me dejo llevar por las prisas. Estoy hablando del  placer de caminar.
Hemos convertido los desplazamientos en traslados de punto a punto lo más rapido posible. Nos importa llegar, el objetivo final, y olvidamos el placer de recorrer el trayecto. ¿Cuántas cosas de nuestra propia ciudad desconocemos aunque pasemos a diario por delante de ellas? Hay rincones perdidos en todos los lugares, espacios que merecen la pena ser disfrutados, admirados aunque sean unos segundos. Curiosidades diarias como un dibujo en una pared, una maceta curiosa en un balcón o una fachada con historia...

En el libro "La Ciudad de los niños", Tonucci escribe una reflexión similar mostrandonos la importancia que los trayectos tienen para los niños, que como siempre, nos dan una gran lección de calidad de vida:
"Viven sus desplazamientos como una sucesión de momentos presentes, cada uno importante por sí mismo, cada uno digno de una parada, de una sorpresa, de un contacto. Y entonces los tiempos se alargan, los bolsillos de los niños se llenan de piedras, de hojas, de papeles y la mente se llena de imágenes, de preguntas, de nuevos descubrimientos. Y todo está junto: lo hermoso, lo nuevo, lo general y lo particular.
Una vez más, para aprender a disfrutar de los pequeños placeres de la vida hemos de volver la infancia."
Me gustaría proponeros cuatro retos para que empecemos a movernos por nuestras ciudades tomando conciencia de cada rincón y viviendo cada momento presente:

El primero es que para los que nos toque quedarnos en nuestra ciudad durante la Semana Santa. Seguro que pocas veces o ninguna, hemos recorrido nuestra ciudad como si fuesemos turistas. Intentando descubrir toda su esencia, su historia, sus lugares, sus monumentos y edificaciones, sus parques... Os propongo que estos días la recorraís, como si estuvieseis de viaje en otro lugar, con una cámara de fotos o un cuaderno de dibujo. El reto es que os dejeís sorprender por vuestra propia ciudad. No hace falta viajar para conocer nuevos rincones. Me encantaría que a la vuelta os pasaraís por aqui y me dejaraís un comentario con vuestras experiencias o imagenes...

Mi segunda propuesta es la participación en el concurso de "Rutas inciertas". Todo lo que hay que hacer es enviar un mail eligiendo la ciudad. Ellos te enviaran despues una coordenada y a partir de ahi comienza tu aventura. Se trata de caminar a la deriva, sin objetivos, y luego contar en un a4 la ruta que has disfrutado con la tecnica que tu quieras: fotografía, dibujo, collage...


El tercera propuesta es un juego. Esta imagen se encuentra perdida entre algun rincon de Oviedo. Os reto a todos los que vivís en ella o vayaís a visitar la ciudad a que la busqueís. En la imagen no se aprecia bien, pero se trata de una inscripción que reza: "Si no os haceís como niños, no entrareís en el reino de los cielos" Quien sepa la respuesta que me la escriba al mail (para no desvelarla antes de tiempo). Os animo a que lo intenteís y a que admireís todo lo que hay a su alrededor porque se encuentra en una zona realmente preciosa.


Mi último reto es que aprendamos diariamente a disfrutar de los desplazamientos. Que cuando vayamos al trabajo, a la Universidad, a la compra, a tomar algo al centro, seamos conscientes de por donde vamos caminando, de quien hay a nuestro alrededor y de que nos tiene que contar nuestra propia ciudad. Estoy segura de que todos nos sorprenderemos y descubriremos algo nuevo...

Volved a ser niños.